viernes, 30 de abril de 2010

Un Punto Negro.

Un Punto Negro.


Nuestra vida, gira alrededor y por el astro rey. La importancia se la reconocemos desde los principios. Cuando él sale, nosotros los seres vivos, hacemos una fiesta, sacamos todas nuestras alhajas, nos ponemos a procrear, somos, invitados por él, pura alegría. Le adoramos desde antiguo, nuestra convivencia aumenta.


En cambio cierta parte de esos seres vivos, los que se piensan más inteligentes, y quizás se debían pensar listos, pero ello no les otorga sabiduría sino zorrería. Y al igual que al zorro que se pone a cuidar el gallinero, o es honrado o acaba poniendo sus zarpas sobre noble cuerpo inmaculado que su inocencia entregó, sin resistirse, embaucado por el pomposo atuendo de su adulador. 
Nosotros hemos llegado a pensar que somos los dueños de este paraíso. Y con nuestra avaricia destrozamos su equilibrio. Le traicionamos. No dejamos que se mantenga el ciclo de regeneración, esquilmamos los recursos, envenenamos los acuíferos, los ríos, los mares, a costa incluso de nosotros mismos. Inventamos el egoísmo y la avaricia, la gula, nuestro afán nos ciega. Ya sé que tú no, ha sido él, el hijoputa, el poderoso, el mandatario que no hace, o deja de hacer. Ya sé que tú no tienes culpa, trabajas haciendo armas, pero si no lo hicieras, lo haría yo. Ya sé que abres la llave que lanza al mar esas armas de destrucción masiva, y si no lo hicieras, lo haría yo. Ya sé que dices si wuana, si wuana, a todo, pero claro si no lo dijeras te expulsaría de ese maravilloso trabajo que tienes, que te permite mantener esa vida lustrosa, que te has creado a base de chupar candados, pero ya sé, yo lo único que hago es envidiarte por ello,y por eso te miro con los ojos de borreguito degollado.


No, no te voy a pedir que te pongas el mono blanco, y la mascarilla. No te voy a pedir que te amarres a la alcantarilla que lanza inmensas cantidades de mierda al río. No, no te voy a pedir nada de eso. Te voy a pedir que al menos dejes que otros lo hagan. Porque quizás estén locos, según nuestro punto de vista. Quizás lo hacen porque les gusta figurar, porque su afán de protagonismo les puede, porque van hasta el culo de maría. Sí te voy a pedir que al menos no interfieras en su protesta. No dinamites su buena razón. Pues cuando llega la hora de hacer cuentas. Y gracias a las protestas de ellos conseguimos mejoras, todos nos ponemos en la fila con la mano extendida. 
Como pedigüeños, para recibir algo, que no merecemos siempre. Pero ellos nos lo dan, son mucho más honestos que nosotros. Respetemos a los que se parten la cara por nosotros y la mejora de nuestro mundo.


O es que yo soy el rey del dolor. O es que yo soy el único que ve el punto negro en el sol, por donde se desangra nuestro hábitat. No soy el único, porque sea un soñador, somos muchos y podemos cambiar el curso descarriado que se nos presenta. Va por ustedes, los que defendéis las justas causas sin pedir nada a cambio.


(The police,pero los buenos, también se luce….)






En este enlace podéis pinchar si queréis seguir la publicación de los textos del libro SALPICADURAS .
Ya tenéis los cuatro primeros  relatos completos,
pronto el quinto.
MI SUEÑO...SE PIERDE EL TREN


con las ilustraciones de
José L. Martínez REBOTE.


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