sábado, 2 de abril de 2011

Nocturno…


Nocturno…
Apenas sobresalía dos palmos del suelo
Era pequeña como un gnomo silente
Al atardecer me embriagaba aquel movimiento
Aquellos golpes sonoros, de martilleos sobre cuerdas
Me gustaba desprenderme del vestido
Acercarme al lacado brillo de aquel mueble oscuro
Dejarme mecer en mi vientre por el vaivén lento
Un viaje al infinito sin mover los pies y planeando
Mi cuerpo se arremolinaba en aquellos serpenteos de teclas
Aquellas manos bailaban un frenesí sobre el blanco y negro
Apoderándose de mi piel, impregnando su sabor sobre mí
Extasiada quedaba tras aquellos atardeceres de sones desnudos.
Era un ritmo lento, vibrante, sedoso y quedo, como gorjeos
Penetraba mi ser, incrustaba sus ínfulas hasta hacerme estremecer, cuerpo sobre cuerpo
Sigo resistiéndome a dejarme la ropa
Sigo desviviéndome por sentir el masaje de sus dedos
El baile de su sainete sobre mi piel, blanca y ligera.

6 comentarios:

  1. Se hace la piel tecla y las fibras cuerdas ante tales melodías porque hablan el mismo idioma la música y el amor, muy bella alegoría Santiago, ya te lo he dicho varias veces pero el acompañamiento musical es estupendo

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  2. Y a la luz de las sombras, las pasiones se arremolinan...

    Saludos y buen fin de semana.

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  3. Si tus apéndices me saben
    Como no entregarme
    Si los pliegues de mi piel
    Gritan retirada, gravitacional naturaleza
    Como no concederme
    Si serán los surcos más deseados
    De serme esculpida…Gracias Europa, BSTS.

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  4. Si al deambular cerca
    Suenan sus notas
    Y los vellos no se inhiestan
    Entonces debes preocuparte
    Pues será que estás extinto…
    Sonrío Hiper…Ión, un placer

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  5. yo soy pianista......y creo que lo aqui expuesto es una inmensa cortesia....entre el sueño y la vigilia del amor....volcado en las teclas del marfil de un piano.......negra oscuridad derredor y blanquecinas teclas al sol de la piel....

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  6. Me engrandece
    Esa silueta que portas
    Inclinando el cuerpo
    Para desenterrar esos sones
    Dentro del armónico señor de los martilleos
    Incesantes y las cuerdas predispuestas
    Es un goce para mí, que haya llegado
    Ha un regazo agradecido…gracias…hacia lo lejos

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