sábado, 26 de julio de 2014

Desde El Río…me rio.

 Desde El Río…me rio.


Espesando las suelas al borde del Orrad
Quisimos quedar huella, y no sombrear
Así elevamos la cara al norte, subiendo
Por entre callejuelas de dejillo señero.
Cuestas se acompasaron al sopor soleado
Bajando la mirada la muralla se elevaba
Y supimos del buen andar unidos, asidos
Sin escatimar sonrisas, el río nos lleva.
Pétreas citas en caras ajadas al tiempo
Escrutan el hombre, habitáculo del vate
Portado por las alas níveas de su musa
Vuelo que nos acoge de brazos abiertos.
Atalaya que se abre, que se despereza
Enciende los sueños, reales como el aura
Distinguiendo al que osó minar el sudor
Acariciando su piel, me otorgo el son.
Ay desde el río, burbuja de agua se enerva
Mientras la majestuosa despliega su beldad
Para pose de ciegos y vítores de sordos
Iniciado el ungüento nada lo detenga, verbo.
Oprimo mi pecho y siento tu pálpito, Olina
Acaso bebes de mi savia, o acaso eres mi miel
Incienso huele al quemar entre caldererías
Vergel de teínas cercanas, ancestrales hábitos
Ya asoman las translúcidas telas, bajo la luna
Tu manantial me dibuja, me siento afortunado
Porque ni fui ciego, ni me faltó de nada
Supe de ti, de ella, de él, volcanes enhiestos
Aunque de haber podido elegir, hubiera sido rio.


©Santiago Pablo Romero. Para Olina. Por tanto que me otorga, sin apenas pedir nada a cambio, no más a mí.

1 comentario:

  1. Aun no puedo ver el video. Precioso poema, mágicas letras que nos hacen recorrer el camino, gracias querido poeta por tanta belleza, un abrazo.

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