sábado, 5 de julio de 2014

Sin Retorno, Espero…

Sin Retorno, Espero…

Treinta hilos de plata
Supieron lograr de sus parvas monedas.
Bebiendo para dejar que el olvido les atenace
Y rugen en silencio, recomiéndose las pústulas
Se saben rutilantes flores apagadas en la noche.
Suena a lo lejos un silbido llamado a ser, su última voz
Pertrechados han partido los hombres
Su última batalla vendrá tras la caída de las puertas
El ariete destroza el maderamen añejo
Curtidos gladiadores, posarán para la última huella.
Topan los codos, con los lamentos de haber sido.
Un tren se escapa entre los árboles
Borrando las paralelas de la inocencia
El atardecer se torna de rojez, la savia se derrama
Vierten escamas de sirenas bajo los púlpitos.
Arañas el fuego del huido torso
Prietos son los espacios, las púas son afiladas
Un último lamento desdibuja la piel niña escondida.
Balas de argéntico espíritu, cruzan mi pecho
Ya no llevo vestiduras, ya no soy tú, espero paciente.
Dantesco escenario esparcido ante mis retinas
Luchas fratricidas siembran los campos concordes
Dueños de la nada, piltrafas del aguerrido poder
Yaced bajo las escafandras sin oxígeno
Alisar los pliegues de estas hojas, si podéis.
En mi trono de azul terciopelo asiento mis posaderas
Dejando al cielo vacío de tus querencias
Te sé saboreando mi elixir, ungüento escogido de pétalos
Sin hechizos, sino tu indolente entrega
Y mis más excelsos laureles transmutados en befos
Que escrutan tus encrucijadas, hasta mostrarte el cenit.
Arribemos puertos sin bandera, seamos piratas
De un mar sin sal, brindemos por la dilación tardía
Plisemos las sedas que ungieron al caído
Miríadas de botas sucias se pierden en barlovento
Pléyades han cosido un baluarte de verdad y futuro.


©Santiago Pablo Romero.Bluesman.

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