miércoles, 25 de noviembre de 2015

Rescoldo y Fervor…

Rescoldo y Fervor…


Te arrimas lentamente, con cuidado, a ella
esa candela que arde muy fuerte,
aunque fijaste tu embeleso en su efímera ceguera,
un instante, unos pocos minutos emerge inmensa
cual un fanal que centellea hasta colmar el cielo en rojizo canto,
alentar a las mil diabluras de la noche
y cobijar un fuerte y ahumado estertor de mil enfermedades exterminadas,
así me dijiste que fue cuando el abad prendió las calles del pueblo, hace largo trecho.
Te arrimas despacio, con el compungido latido
de un corazón dócil a tu fervor, a ese rescoldo preñado de tiempo,
costumbres, y enseñanzas de tus ancestros,
escogiendo imágenes detenidas en un fotograma sin espacios, sin curvaturas,
salvado de quemas al emerger las diferencias por un carnet impío,
quizás el mundo no es creyente, ni siquiera agnóstico, ni aún ateo,
sino todo lo contrario, una amalgama, una miscelánea de internos fuegos
que te reverdecen o secan según la pataleada circunstancia.
Te arrimas seguro de ti mismo, porque hundiste tus pies en el barro tras la lluvia,
porque le llevaste clavando su maderamen en tu hombro,
salando tus mejillas al paso de una danza repetida impertérritamente
igual que el latido de un elefante, grande, continuo, longevo, memorial
y sabes que ello te hace sufridor de promesas, de velas quemadas,
de alpargatas rasurando las callejuelas de esa empedrada villa.
Te arrimas cada año, sin percatarte de cuán bajas la inflexión de tu envergadura
acaso te sintieras llamado por el polvo, por la madre tierra,
el mismo lodo que una vez te escupió, para danzaras sobre su piel,
aprendieras a colmarte de sabiduría y derramaras tu savia tras ser florecida,
macerada en el convite de mil vicisitudes, compartidas, cómplices,
empíricamente probadas, o simplemente derruidas por la inexplicable incertidumbre,
humanos, extraños seres sois que vagáis sin rumbo, a pesar de los mapas
escogiendo a veces la confrontación para dirimir vuestra egolatría,
mas sé que hallarás el sendero recto, la vía paralela que se une al infinito,
el raído atuendo que te guiará al final de aquella senda, cual elefantiásicos rumiantes de géneros, de mañanas repetidas, de soles acabados, de Personas.
Te arrimas así sin dejar marca, o sucumbiendo al cincel del tiempo
asiendo con las manos desnudas, un grito en el silencio de la noche gélida,
justo cuando pasa a tu lado una efigie llevada por cientos de cuerpos alienados
que regurgitan el clamor, el fervor o la sapiencia embebida por el río azul
donde todos pasan, igual que las aguas de la vida, igual que las hojas en otoño,
un lugar donde sólo se escuchan unas campánulas pequeñas, que erizan los vellos
sucumbes a su embeleso y reviertes tus pasos para llegar de nuevo a tu casa,
desvestir tu cama, dejar caer tu rendido cuerpo, y esperar un nuevo periplo,
ese espacio que dista casi trece lunas, ese espacio que difiere del rescoldo primigenio
en apenas dos sabores, el olor a humo, el relato de un bardo enhiesto
y el cántico sempiterno de una amistad magnánima que ronronea por tus calles.

Ya sé que me pretenderás distinto, mas no lo somos tanto, ambos lo vivimos,
lo sentimos, y lo llevamos por doquier, porque al llegar enero, siempre Trigueros.



©SantiagoPabloRomero.Bluesman.SAA16.(1)
Music:Mark Knofler.Local Hero.


)




2 comentarios:

  1. "una amalgama, una miscelánea de internos fuegos que te reverdecen o secan según la pataleada circunstancia.
    Te arrimas seguro de ti mismo, porque hundiste tus pies en el barro tras la lluvia, en apenas dos sabores, el olor a humo, el relato de un bardo enhiesto y el cántico sempiterno de una amistad magnánima que ronronea por tus calles.lo sentimos, y lo llevamos por doquier, porque al llegar enero, siempre Trigueros.". Es una fiesta el vibrar con estos versos en donde el poeta privilegiado de Trigueros, Santiago Pablo Romero, danza con sus letras cual barro y cielo elevando esta cultura y religión del Santo grabada en el alma de cada uno ue luchó por la dignidad y unión basado en una fe que libera y ama, así son estos versos del bardo que enarbola estas tradiciones de paz, amor, unión mística mágica en cada uno de sus coetáneos y de los que a distancia nos sentimos orgullosos y felices por esta educación formación que hace del pueblo, Villa, una sola familia de amor. Felicidades Caminante Bluesman, estamos ya con Antonio Abad en un nuevo renacer...!!

    ResponderEliminar
  2. Te arrimas así sin dejar marca, o sucumbiendo al cincel del tiempo
    asiendo con las manos desnudas, un grito en el silencio de la noche gélida,
    justo cuando pasa a tu lado una efigie llevada por cientos de cuerpos alienados que regurgitan el clamor, el fervor o la sapiencia embebida por el río Azul donde todos pasan, igual que las aguas de la vida, igual que las hojas en otoño…. Que belleza tus letras a ese San Antonio Abad que todos admiran porque lo llevan dentro, lo sienten, lo esperan ansiosos que llegue ese día especial…. Ya sé que me pretenderás distinto, mas no lo somos tanto, ambos lo vivimos, lo sentimos, y lo llevamos por doquier, porque al llegar enero, siempre Trigueros…. Mi querido poeta tú vives orgulloso de tu tierra pero Trigueros lo está aún mas de ti poeta Inmenso, maravilloso que tus letras vibran como tus sentimientos y nos haces vibrar a todos, felicidades querido porta que lujo leerte.

    ResponderEliminar