miércoles, 7 de septiembre de 2016

La Suerte…

La Suerte…


Hay una chica de prietas y turgentes
carnes de metal fino
caldeado por las mil manos diarias
bajo el aguacero de finas saetillas
en una ciudad preñada de mil agujas
donde la más alta rasga el cielo
y quizás por ello llore sin parar
Hay mil transeúntes esperando escuchar
su retahíla de milongas, de leyendas
de cánticos en voces beodas
caracoleadas por crines rojizas
y mil pintas por doquier, sin horas
no llora ella, es magnánima, es linda
tiene el brillo de quienes son queridos
Hay un sitio donde todos detienen su paso
descabalgan sus mapas, sonríen
se muestran histéricos, chillan como adolescentes
refriegan, manosean, sin escatimar
y después le llaman suerte, la suerte
porque han oído el susurro de la vendedora
gritando sus viandas frescas, su lástima sonriente
Hay un pueblo rendido en su melodía
todos gritan, todos sacian sus miedos
bajo un estandarte ficticio, un sueño obcecado
cual si fueran imposibles las preguntas
o peor aún, las inigualables respuestas
quizás temen, como tememos el interior
de un hueco vacuo y oscuro, tenebrosa inseguridad
Hay un destino que se conforma
de conjeturas, de casualidades, de azules amaneceres
y un reloj que tañe las horas sin pausa,
sin prisas, esperando y dibujando cada paso
acaso supiera nuestra ruta, nuestra huella
incluso casi si fuera artífice de sí
pero no brindamos a su salud, la miramos
con ojos acongojados, reservando el lacrimal
sabiendo que un día seremos lluvia como su historia
Un rugido de roja fuerza carraspea en la calle
es un bólido de gran cilindrada
ha roto el silencio, la barítona expectoración
de un moribundo que se despide de la multitud
bajo la estela de un aire recalentado
justo cuando un niño declama su primer poema
observado cual bicho raro, insulso
y sobre todo sabido de errado futuro
otro clarividente muerto de risa en una plaza
con la expresión latente de su figura de bronce.
Qué hacen esa gente, dice a su madre, a su padre
ellos reconocen, buscan la Suerte
sin comprender que ésta va con ellos entre sus solapas.

©SantiagoPabloRomero.Bluesman.
Imagen:MollyMalone.Dublín.JacqPaRo.

Music: AGirlLikeYou-EdwinCollins

2 comentarios:

  1. “La Suerte… Hay un pueblo rendido en su melodía”, Inmensos versos de El Cazador de Sueños homenajeando a “Molly Malone” leyenda viva en Irlanda, estas letras van al unísono del correr diario de la vida para obtener el sustento de la cual sobre sus huellas ha nacido su trascendental melodía: "¡Mejillones y Berberechos vivitos!". Es mágico la forma en que el poeta Santiago Pablo Romero exalta esa belleza del pueblo y de sus asistentes al tocar la belleza de este gigante corazón símbolo de pasión y amor, que al tocarla se envuelven en esa magia irlandesa. Pero lo más hermoso en los versos del poeta El Cazador de Sueños es dejar impresa en sus letras y en nuestra alma que la suerte está en nuestra en piel que lleva esa magia dejando suspiros y belleza al paso de las huellas del corazón. Felicidades poeta por este himno "¡Mejillones y Berberechos vivitos!" reflejo de cultura, magia, vida, y amor…!

    https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=vdxLxnhGnvo

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  2. Hay un pueblo rendido en su melodía todos gritan, todos sacian sus miedos bajo un estandarte ficticio, un sueño obcecado cual si fueran imposibles las preguntas…. Que belleza tus letras impactado como todos por la leyenda o historia de la Molly Malone…“Berberechos y Mejillones vivitos!!". Gritan todos en sus canciones no importa el origen del personaje la buscan todos y tú le dedicas unas maravillosas letras……. Qué hacen esa gente, dice a su madre, a su padre ellos reconocen, buscan la Suerte sin comprender que ésta va con ellos entre sus solapas…. Te felicito querido Cazador de Sueños ahí tienes otro sueño más, disfrutando con los irlandeses y porque no que sigan cantando “Berberechos y Mejillones vivitos!!" Que con tus letras serán aún más deliciosos, eres Grande poeta, un lujo leerte y La Suerte está contigo.

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